En un mercado global en constante amenaza de recesión, una buena gestión financiera resulta fundamental para el éxito empresarial y para asegurar su futuro crecimiento. Para lograrlo, las nuevas tecnologías se han puesto a disposición de las finanzas empresariales para optimizar procesos y mantener un flujo constante de información.
La creciente digitalización, incluye a la banca, que ya permite realizar operaciones financieras las 24 horas del día desde cualquier parte del mundo. El 46% de las personas ya utiliza únicamente los canales digitales para realizar sus trámites financieros.
Además, los datos son cada vez más accesibles y fáciles de compartir. El análisis de datos en tiempo real permite a los departamentos financieros pronosticar y tomar decisiones estratégicas basadas en datos, evitando que la empresa asuma riesgos innecesarios.
Otra de las tendencias es la internacionalización. En un mundo cada vez más globalizado, las empresas buscan alcanzar nuevos mercados; por ello, se hace necesario gestionar operaciones financieras multi-divisa.
La financiación también vive un momento de cambios, además de la tradicional financiación bancaria, las empresas cuentan con nuevas opciones como el crowdfunding.
Para dar respuesta a todas estas nuevas necesidades de los mercados, cada vez son más las empresas que, independientemente de su sector de especialización, deciden implementar herramientas digitales que permiten optimizar los procesos y dar apoyo a los diferentes departamentos, más allá de la contabilidad o la parte administrativa. Este tipo de soluciones digitales fomentan además el teletrabajo, ya que pueden ser utilizadas en remoto y permiten mantener conectados a equipos ubicados en diferentes países.
Una de las más completas del mercado es Navision, un software de gestión empresarial o ERP (Enterprise Resource Planning), que facilita el manejo de diversas tareas administrativas de la empresa y permite integrar procesos de diferentes departamentos como: contabilidad, gestión de inventario, compras, etc. Al optimizar las tareas e integrar la información y los datos financieros, resulta mucho más sencillo llevar un mayor control del rendimiento del negocio; además de aumentar la productividad de los equipos.
Es fundamental que estos software de gestión empresarial ofrezcan una experiencia de usuario intuitiva y sencilla de asumir por parte de los empleados para disminuir el tiempo dedicado a las formaciones y su implementación. También es importante que sea escalable y se adapte a las necesidades de cada momento, al ritmo que la empresa vaya creciendo.
Además, un software de gestión empresarial facilita y ahorra tiempo a la hora de cumplir con las obligaciones impositivas de las empresas y permite mantener correctamente almacenada la información en el caso de que Hacienda se la solicite en el futuro en caso de inspección.