Ya hay luz verde para la compra de Activision Blizzard por parte de Microsoft, tras recibir el visto bueno de la Autoridad de Competencia y Mercados del Reino Unido (CMA), que bloqueaba el acuerdo cuyo valor alcanzaba los 68.700 millones de dólares. De esta manera, el fabricante de Xbox será propietario a partir de ahora de sagas populares como Call of Duty, Crash Bandicoot, Diablo y Overwatch, entre otras.
Se trata del mayor acuerdo de la industria de los videojuegos. El anuncio de la adquisición comenzó en enero de 2022. Tras una batalla legal desde entonces, la compra ha sido más complicada de lo que parecía en primer término, involucrando a agencias reguladoras de todo el mundo, que veían con recelo los efectos que el acuerdo podría tener sobre la industria.
Misión cumplida para Xbox
La compra de Activision Blizzard es la operación más cara de la historia de Microsoft. Así, las repercusiones del cierre de esta adquisición no se han hecho esperar. La compañía tecnológica ha compartido en sus redes sociales un vídeo que combina escenas de los videojuegos recién adquiridos con los de sus estudios, haciendo hincapié en las grandes franquicias que ahora pertenecen a sus filas.
Gracias a este acuerdo, Microsoft también adquiere juegos para móviles tan famosos como Candy Crush Saga y Farm Heroes Super Saga, aunque tendrán acceso a muchos más. Por otro lado, los suscriptores de Game Pass, el servicio de juegos de Xbox, podrán jugar a los videojuegos de Activision y Blizzard según vayan llegando al catálogo de la consola.
Del mismo modo, Phil Spencer, CEO de Microsoft Gaming, ha dejado claras sus intenciones de construir un ecosistema de entretenimiento centrado en los jugadores: “Ya sea que juegues en Xbox, PlayStation, Nintendo, PC o dispositivo móvil, eres bienvenido aquí, y seguirás siendo bienvenido, incluso si Xbox no es el lugar donde juegas tu franquicia favorita. Porque cuando todos juegan, todos ganamos”.