El Ayuntamiento de Barcelona está preparando una tasa para gravar el reparto de productos a domicilio en la ciudad. Con esta medida tienen el objetivo de gestionar esta creciente fuerza de las ventas online y el incremento de los vehículos de más de dos ruedas, ya que estacionan para la entrega de los pedidos. La directora general de Consumo, Bibiana Medialdea, apoya esta medida y considera que sirve para monetizar el coste mediambiental. Así lo ha confirmado en una entrevista con EFE.
Además, ha argumentado que el fin es reducir la huella ecológica que genera esta nueva modalidad de consumo. Añade que «es como invisible y no se repercute y redistribuye bien, y los impuestos sirven, no solo para recaudar, también para modificar los comportamientos nocivos. La fiscalidad verde sería una fórmula estupenda para gravar este tipo de consumo».
Apoyo al comercio tradicional y las pequeñas empresas
Esta nueva norma pretende favorecer la estructura del comercio tradicional y del pequeño comercio ante el auge de las ventas online y de las plataformas multinacionales. De hecho, en la actualidad siete de cada diez usuarios compra online. Esto se traduce en 22,5 millones de españoles de entre 16 y 70 años. Según se recoge en el Estudio Anual de eCommerce 2020, elaborado por IAB Spain, la asociación de la publicidad y la comunicación digital en España. Se trata de una cifra más que notable. Así, el comercio electrónico ha sido el sector que ha experimentado una mayor subida, debido a las restricciones impuestas por las autoridades sanitarias. El confinamiento ha hecho que nuevos consumidores apuesten por el canal online. Al mismo tiempo que ha subido la frecuencia de la compra de los que ya compraban por Internet. Por esta razón, ha significado un incremento del reparto de la última milla, en concreto, de los vehículos y profesionales que se encargan de realizar la entrega hasta los domicilios.
De esta manera, desde Consumo además de afirmar la necesidad de potenciar el consumo responsable y sostenible, resaltan que la tasa serviría para frenar el crecimiento de automóviles que paran en la vía pública para llevar los paquetes hasta el consumidor final. Pero esta medida, solo afectará a las empresas cuando la entrega se produce del comercio online. Aún no se conoce cuál será el precio a pagar para este tipo negocios.