Coincidiendo con el Día Mundial del Reciclaje, la reconocida marca de moda Blue Banana ha dado un paso importante hacia la sostenibilidad con el lanzamiento de su nueva colección Cosmos-Circularity. Esta colección pionera está confeccionada en un 40% con algodón orgánico reciclado, obtenido a partir de prendas antiguas retiradas de su catálogo, y en un 60% con algodón GEC® (Good Earth Cotton), un programa internacional que apoya a comunidades y agentes del sector algodonero.

Ante la problemática del vertiginoso aumento de residuos textiles en el mundo, Blue Banana ha tomado la iniciativa de reutilizar sus propias prendas para crear nuevas piezas de moda, evitando así un impacto ambiental significativo. Esta colección forma parte de la línea Cosmos Limited Edition de la marca, lanzada en 2021 para concienciar sobre las diferentes realidades medioambientales del planeta a través de prendas e historias inspiradoras.

«Estamos tomando todas nuestras antiguas prendas de algodón orgánico y reciclándolas para conseguir un nuevo tejido, dándoles una nueva vida, evitando así un impacto negativo gravísimo en el medioambiente» comenta Nacho Rivera, co-CEO de Blue Banana.

«Blue Banana no va a participar en ese ciclo destructivo de generación de residuos textiles. Ahora tenemos un montón de esa materia prima reciclada que seguiremos usando en diferentes colecciones en los próximos años» comenta Juan Fernández-Estrada, co-CEO de Blue Banana.

La misión de Blue Banana desde sus inicios en 2016 ha sido empoderar a las nuevas generaciones y promover un estilo de vida aventurero. Con un enfoque decidido hacia la sostenibilidad, la marca se ha convertido en la primera española en ser carbon negative desde 2021, compensando el doble de las emisiones de CO2 que emite su producción. Todas sus tiendas y oficinas son net zero, y utilizan embalajes reciclados o reciclables.

Además de la innovadora colección Cosmos-Circularity, Blue Banana ha lanzado un documental llamado «Wonder to Wasteland«, en el que la famosa activista climática Carlota Bruna denuncia el impacto devastador de la industria de la moda en el desierto de Atacama en Chile. Este lugar, conocido por su belleza natural, se ha convertido en uno de los mayores vertederos textiles del mundo, y Blue Banana busca crear conciencia sobre esta problemática a través de su proyecto de circularidad y el documental.

La colección Cosmos-Circularity ya está disponible en las tiendas de Blue Banana, representando un paso significativo hacia un futuro más sostenible en la industria de la moda.

El lado oscuro de la moda

El desierto de Atacama en Chile, famoso por su atractivo para viajeros y exploradores, ha experimentado una alarmante transformación en los últimos tiempos, ahora, se ha convertido en un enorme depósito de desechos textiles, siendo un punto crítico para empresas de moda rápida de todo el mundo.

En respuesta a esta preocupación ambiental, Blue Banana, en colaboración con la activista climática reconocida en redes sociales, Carlota Bruna, ha emprendido un viaje hasta este lugar emblemático. A través del documental «Wonder to Wasteland», la marca y Carlota Bruna exploran la cruda realidad de la industria de la moda y su impacto en este paisaje único. El estreno de este film está programado para el lunes 21 de mayo a las 19:00, como parte de la campaña de comunicación del proyecto de circularidad de Blue Banana.

«Se estima que la industria de la moda produce más de 90 millones de toneladas de desperdicio textil al año que terminan en vertederos, como es el caso del que visitamos en el desierto de Atacama. El proyecto de circularidad nos permite distanciarnos de este tipo de prácticas del mercado, muy comunes, pero profundamente destructivas y seguir construyendo nuestra marca desde un punto de vista mucho más consciente y diferenciador y apuntando a ser cada vez más sostenibles», explica Rivera.

«Este proyecto viene a reforzar nuestro compromiso con la aventura a largo plazo. Comunicar la campaña con Carlota Bruna es un lujo ya que es una de las voces más potentes en temas de medioambiente y sostenibilidad en el mundo», concluye Fernández-Estrada.