Es jueves, 1 de marzo de 2050. Puntual salgo a la calle como cada día a las 8.03 am donde ya me espera mi coche de suscripción para llevarnos al centro. Comparto coche autónomo en modalidad Basic con otras 5 personas de la zona. No es como la modalidad Premium, donde solo viajan 4 personas y cada uno tiene cabinas personalizadas, con mayor espacio y suscripción a todos los periódicos y ese horrible asistente de voz que te da los buenos días y te tiene preparado el desayuno de Starbucks. Personalmente sigo prefiriendo desayunar en casa, entre otras cosas porque está prohibido el ajo en espacios públicos.
Nuestro Tesla se adentra en la autopista para formar parte de la maraña que cada mañana se desplaza hacia el centro de Madripolis. A mi derecha nos flanquea un carguero autónomo de Delivery Express. En su cuadro de identificación situado en la luna delantera puedo leer que lleva a bordo 2.536 paquetes, con un valor de mercado de 2.409.200 Eurocoins y el delito mínimo por cometer alguna imprudencia contra el convoy va de los 7 días bloqueado a 20 años de prisión.
Si. Nos bloquean cada vez más. A la mínima. Una mirada allí donde no debes y tu SIDI (Sistema Individual De Interconexiones) lo apagan hasta nuevo aviso. Sin conexión a internet, sin poder realizar pagos, ni pedir una cita médica…
Estamos entrando en el centro de la ciudad. El mismo maravilloso caos de siempre. Los convoyes tienen prohibido circular en superficie, por lo que utilizan las redes de metro para moverse bajo tierra y comenzar la descarga de paquetes en los Last Mile Station. Hacia una de ellas me dirijo. Soy el supervisor de LM Retiro Station. Básicamente me encargo de leer los datos de entrega e incidencia de los “Walkers” (así llamamos a los robots creados por Microsoft y Dynamic) y que realizan a pie durante 24 horas las entregas en domicilio de los pedidos online. Bueno, en concreto en las taquillas inteligentes que hay ubicadas en todos los edificios de la ciudad, las InPack.
Cada día, unos 1.500 convoyes llegan desde los centros logísticos del anillo M50 de Madrid y en menos de 24 horas se entregan cerca de 4 millones de paquetes, tanto a particulares como a negocios privados, hostelería, comercios y oficinas.
Aunque nunca lo he visto, dicen que en la Línea 6 en la LM de Nuevos Ministerios está el superordenador que controla todo el reparto logístico de la Comunidad de Madrid. Todo el stock, todos los pedidos, devoluciones, convoyes disponibles, incidencias… absolutamente todo, pasa por este superordenador – obra de IBM y Microsoft – que costó a la Comunidad cerca de 47.000 millones de dólares. Son muy pocas las personas que tienen acceso a esa zona, creo que no más de 20 en todo el mundo, incluyendo técnicos de alto nivel de las empresas proveedoras. Necesitas una acreditación 5*PLUS para acceder a la sala de ZEUS, como le llamamos.
Todo funciona a la perfección. La Inteligencia Artificial no deja nada al azar y gestiona el stock anticipándose a las necesidades que pueda tener la gente (o las que cree la gente tener, tal vez intencionadamente manipulados por los anuncios y contenido que consumen en redes sociales a todas horas). En general se vive bien, pero echo de menos la improvisación (hacía años que no utilizaba esta palabra, no se incluso si está dentro de la lista de palabras prohibidas que no se pueden decir, a menos que quieras ser desconectado).