La Unión Europea (UE) y Estados Unidos representan casi el 50% del PIB mundial. Abrirse al mercado europeo es una forma de ampliar nuestras posibilidades y llegar a nuevos vendedores. Huboo, empresa británica y proveedor de fulfillment, ha elaborado una guía de consejos para expandirse de “forma efectiva” en Reino Unido y la UE. En concreto, el informe da respuesta a algunas de las preguntas más frecuentes de los vendedores sobre por qué, cómo y cuándo usar un socio de Fulfillment, la asequibilidad del cumplimiento de 3LP, así como sobre la legislación fiscal de la UE y el Reino Unido.

Según la guía, el crecimiento internacional se trata de estar en nuevos territorios y llegar a nuevos clientes sin tener necesariamente un centro de negocios físico en cada ubicación. En este punto, destaca el outsourcing de cumplimiento que permite al vendedor construir una base de clientes antes de invertir en la infraestructura local.

¿Cuándo usar un proveedor de logística para vender en el extranjero?

Un comerciante necesita presencia física en un país para competir con las marcas locales. En este punto, una solución 3PL ofrece facilidad y flexibilidad sobre todo cuando un vendedor quiere centrarse en el crecimiento. Otro de los puntos importantes para los comerciantes estadounidenses que quieren expandirse a Europa, es elegir una buena ubicación del centro logístico. Además, elegir un socio de fulfillment “de confianza” es muy importante a la hora de expandirse a nuevos territorios.

Consejos para la venta en la UE y Reino Unido

En Huboo ofrecen un servicio de cumplimiento a medida y una red de centros. Asimismo, cuenta con su propio equipo de cumplimiento aduanero que puede ofrecer orientación y consejos para ayudar a los comerciantes a explorar nuevos mercados.

En este sentido, la guía explica que cuando se vende a Europa como una empresa no perteneciente a la UE, hay que tener en cuenta una serie de condiciones:

Si la venta es a través de un marketplace y el stock está dentro de la UE, debes estar registrado a efectos del IVA en cada ubicación en la que se mantenga el stock, en este caso, el comerciante utilizará el número de identificación fiscal IOSS del mercado. Por el contrario, si el stock está fuera de la UE y los valores de los envíos son inferiores a 150 euros, el mercado asumirá la responsabilidad de cobrar y recaudar el IVA de las mercancías importadas a clientes de la UE.

Si la venta es a través de una tienda online y el stock está dentro de la UE, al igual que en el caso anterior, el vendedor debe estar registrado a efectos del IVA en cada ubicación en la que se mantenga el stock; y puede elegir optar al esquema IOSS. Si el stock está fuera de la UE, debe estar registrado a efectos del IVA en cada país donde sus clientes están ubicados, y pueden optar al esquema IOSS para mercancías importadas directamente a clientes de Europa y con un valor inferior a 150 euros.

Por su lado, para acceder al mercado de Reino Unido, el vendedor tendrá que reportar el IVA en los siguientes escenarios:

• Cuando la venta es a través de un marketplace y los productos se encuentran fuera del Reino Unido en el punto de venta:
  • Si el valor del envío es inferior a 135 libras, el mercado será responsable de la recaudación del IVA en su nombre.
  • Si la mercancía supera el valor de envío de 135 libras, debe decidir sobre quién es responsable de contabilizar el IVA; o bien los comerciantes o el cliente del Reino Unido.

• Cuando es a través de una tienda online:
  • Si el envío es inferior a 135 libras, deberá tener IVA registrado desde la primera venta.
  • Si la mercancía supera el valor de envío de 135 libras, al igual que en el caso anterior, debe decidir sobre quién es responsable de contabilizar el IVA.

• Cuando sus productos están dentro del Reino Unido en el punto de venta:
  • Si vende en un sitio web, marketplace o ambos, manteniendo acciones dentro del Reino Unido en el punto de venta crea una prestación imponible, por lo que debe registrar el IVA.
  • Para empresas no establecidas en Reino Unido, el vendedor deberá cobrar la tasa de IVA del país en todas las ventas realizadas a clientes del Reino Unido.