La compañía danesa Just Eat se lanzaba a bolsa la semana pasada. Su estreno bursátil no ha podido ser más positivo para los intereses de la plataforma de comida a domicilio. El día de su estreno el valor de sus acciones se disparaba un 10%, otorgando a la empresa una valoración de mercado de 1.770 millones de euros. O, dicho de otro modo, una cotización de casi el doble que una reconocida marca como Dominos Pizza, cuyo valor el mismo día en el mercado de Londres fue de 916 millones de euros.
El precio de las acciones de Just Eat de salida era de 260 peniques, mientras que se pusieron en venta una participación equivalente al 24,6% de la compañía, elevando los ingresos brutos de la compañía hasta los 360 millones de libras (437 millones de euros);mientras que las ventas de la compañía durante 2013 se situaron en los 96,8 MM€, con un crecimiento superior al 60% sobre el ejercicio anterior y un Ebitda positivo de 14,1 millones de euros. «Somos el Whatsapp de la comida para llevar», subrayaba David Buttres, CEO de Just Eat.
Just Eat se fundó en Dinamarca en 2001, antes de trasladar su sede a Londres. Presente en 13 países (de Europa y del mundo), actúa como un intermediario entre usuario final y más de 36.000 restaurantes de comida rápida para llevar a domicilio. El modelo de negocio reside en comisión por ventas, que se sitúan entre el 10%-12%.
En la otra orilla del Atlántico, el competidor de Just Eat estadounidense GrubHub, se prepara para su salto a la bolsa de New York, con una valoración que la compañía estima en torno a los 2.000 millones de dólares.
Según datos de Euromonitor, el mercado del food delivery, alcanzó un valor estimado a nivel mundial de 93.000 millones de dólares, y se espera que crezca hasta alcanzar para 2017 los 104.000 millones de dólares.